viernes, 25 de enero de 2013

Apariencias

Hace tiempo que aprendí a sonreír cuando tenía ganas de llorar.
No recuerdo bien cuando fué, pero aprendí a parecer felíz cuando en realidad me sentía fatal.
Despues, aprendí también que gritar o discutir no vale para nada, y comencé a callar...
Aparentaba estar bien y despues, a solas, sin que nadie se diera cuenta lloraba hasta dormirme.
De ese modo, encerrada en mi mundo,he ido llenando un baúl de recuerdos sin sentido, de los cuales solo me queda la sensación de querer protegerme de todo.
Lo peor, es lo dificil que es abrirse una vez te encierras en tu mundo.

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