Mañana
escribo, mañana empiezo, de mañana no pasa, mañana publico algo… Casi cuatro
años de días olvidados, de sentimientos pospuestos, de sonrisas y lágrimas
calladas. Hoy he decidido no volver a dejarlo “para mañana” y arrancar de una
vez.
Ha pasado
demasiado tiempo, ni siquiera se si soy consciente de todo lo vivido, cientos
de cambios, muchos rumbos, pocas alegrías y demasiadas decepciones.
Hay varios
objetivos tras la decisión de retomar por fin este blog. Necesito abrirme,
conocerme a mi misma y mostrarme a los demás, expresar todo aquello que guardo
en mi mente, liberarme de cada sensación, huir de ese silencio en el que me
acostumbré a vivir.
No tengo
intención de adornar nada. Se que gente conocida leerá estas líneas, se que
harán reír, pero también desgarrarán con fuerza.
Hoy puedo
ver mas allá de mis errores, entender el sufrimiento de una persona solo por su
mirada, ver una señal de auxilio o un te
quiero en ojos ajenos, se apreciar el calor de un abrazo hasta sentir que puede
quemarme.
He abierto
los ojos, puedo ver a las personas que realmente merecen la pena y apartar de
mi camino los falsos “te quiero”. Soy capaz de volar con solo una caricia y
añorar hasta el punto de que duela. No derramo lágrimas en vano, me he
acostumbrado al dolor que evoca un simple perfume, un recuerdo, o un amanecer.
Puedo
hacerme la loca cuando paso por aquellos sitios en los que un día me hirieron
sin pensarlo, hace mucho que aprendí a tener el corazón frio en los momentos
difíciles, pero tiemblo al decirle a mi cabeza que viene un camino largo y
lleno de piedras, y sin embargo no puedo evitar querer seguir luchando, como hice ayer, cuando
posponía estas palabras, y como haré mañana, cuando otra caída me provoque
nuevas heridas.
…Una vez mas, bienvenidos a mi mundo…